martes, 15 de marzo de 2011

Las palabras se las lleva el viento.

Existe la historia desde que existe la palabra escrita.
Desde que al primer Neardental que se le ocurrió decorar las paredes de su casa con dibujos de los animales que cazaba o de las cosas que hacia, hasta esta, la última entrada de mi blog, existe perpetuidad del pensamiento porque existe la expresión escrita y visual (sin menospreciar el lenguaje y la escritura braille, pero me refiero al general de las personas).

Pero algo que también queda registrado de manera tácita es la necesidad que provoca la necesidad de escribir. Es decir, la necesidad que nos impulsa a hacer algo que quedará registrado en la historia, no como un hecho, sino mas bien como un pensamiento.


La necesidad de mí necesidad del día de hoy surgió por:

1. Un día aburrido.
2. Una llamada de mi amigo Obed desde Paris (hijo de puta!!!)
3. Una ojeada rápida de mi tesis, que me recordó todos los conceptos y aplicaciones técnicas que hago referencia en ella, pero también me recordó la necesidad que motivó a escribir cada uno de los párrafos y que cualquier incauto que se le ocurra leerla no entenderá. Pero siempre estará allí.

Ahora me pregunto esto:

¿Cuanto tiempo quedará registrado esta necesidad mía en el tiempo?.
Existen representaciones gráficas que datan desde hace 30000 años...