No sé que tan correcto sea robar la entrada del blog de alguien más y usarlo, pero hoy, "ni el sabio letrado poseedor del vocabulario mas exquisito, podría expresar con palabras mas exactas la forma en que me siento".
"Me gusta ver a la gente correr. La gente que corre tiene un propósito. No se hace un esfuerzo así sin razón. Quizás los niños lo hagan, no los adultos. Veo a alguien correr y pienso en el esfuerzo de la tortuga, el mismo esfuerzo que el de la liebre: el vano intento de llegar de A a B. Lo mismo, creo, es cambiar de ciudad con la intensión de huir del desastre para toparte con que las oscuras ruinas de tu vida se han esparcido por toda la tierra (¡cuánto jode tener una historia!). También está la metáfora, esa hermosa figura de vagos y poetas, el delicado juego de las palabras que se acercan sin tocarse. (¡Por todo este cementerio de bardos juro que han intentado convertir tus blancos dientes en perlas y, gracias dios, aún no lo han logrado!).
El esfuerzo de avanzar, de llegar, de escuchar, de comprender -los balbuceos-, de penetrar, de vaciar y llenar, de tener, de pertenecer, del amor. todo. siempre. requiere una pausa, una reconfiguración.
Pero, por favor, si detrás de todo esto existe una mota de justicia, que en una de esas noches de fiesta fosforescente, cuando de los corales explota la vida, caiga un enorme meteorito que desvanezca sorpresiva y misteriosamente a todas las bestias de la tierra." S.O.
Al final, creo que en el calor de la batalla es cuando brillarán los verdaderos colores de mi interior.