Entre tantos números y caras nuevas,
entre la ida y vuelta de la universidad, entre comida y libros,
cigarro y cigarro, beso y beso, entre tu y yo...
Hoy nuevamente te escribo, esta vez
desde esa tierra lejana que se convirtió en mi sueño y una
corazonada hace tres año. ¡¿Tres años ya!?.
Me gustaría decirte que los pumas son
campeones otra vez, que sigo trabajando, que regresé y me quedé.
Pero no podrá ser ahora, lo que sí, te cuento que estoy muy bien,
por fin los demonios dejan de dar vueltas por los rincones de mi
cuarto obscuro, las noches de locura han terminado, y las mañanas
ahora son mas acompañadas, he recorrido el desierto desnudo con sólo
mis manos y mi cerebro y sobreviví. Gracias por prepararme, por
hacerme un hombre.
La fortuna hoy me sonríe, amo y me
aman, hay gente que cree en mi y me apoya sin garantía alguna de
recibir nada a cambio mas que mi palabra, siento a mi familia lejana
mas cerca que nunca, y mis amigos son mas amigos que nunca, Obed,
Emilio,Ari, Manuel, Pimp y ahora el Pablito, un tío cojonudo que te
caería muy bien. Sara es un gran mujer, emancipada, independiente,
guapa, madura, trabajadora e inteligente (salió a mi jeje) en fin,
no tienes nada de que preocuparte. Lo hiciste muy bien, nos dejaste
listos para afrontar el mundo y hoy, tres años después, aquí
seguimos, luchando y creciendo pero sobre todo recordandote...
Hoy te dedico todas mis victorias, te
quiero papá.