sábado, 4 de agosto de 2012

Muros caidos.

Veo los rostros de las personas, me detengo unos instantes para observar las copas de los edificios, después sigo adelante,  me detengo otra vez y observo un poco más.



"Kann ich ein a bier habe bitte und einen Brühwurst", miro el rostro del vendedor para comprobar que mi pronunciación es la adecuada y no le terminé mentano la madre. Él sonríe y me da la cerveza y la salchicha que pedí, dice: "Wollen Sie noch etwas?"

Con mi sonrisa inocente le doy a entender que no hablo más alemán y que sólo memoricé un par de frases para poder comer y beber. Sigo adelante sumergido en el mas profundo e intenso de los veranos, pantalones cortos y camisas de todos los colores que no dejan mucho a la imaginación y promueven la creatividad, el sol en lo mas alto calentando los cuerpos y el lívido de las personas... "VIDA EN LAS CALLES"

Todo el mundo parece estar en comunión con el de al lado, una extraña aura de paz y tranquilidad lo cubre todo (o serán las cervezas?). Veo los rostros de la gente, sus formas, sus colores, los colores de la piel y de los ojos, de los dientes y del cabello y noto tanta diferencia entre uno y otro, tanta diferencia que en conjunto parecen un enorme collage de negros, blancos, rojos, amarillos, cafés, verdes, purpuras, naranjas y demás todos tan necesarios, pero ninguno indispensable. La gente viste de la forma más extrañamente normal, tatuajes extravagantes y los peinados aun más, música tecno por doquier y lo que es mejor, las mujeres mas sexis caminando por la calle.

Berlín es la ciudad de la inspiración, tanto para buscarla como para darla, la ciudad de la creación, de la música y las artes, del tecno, las drogas, cerveza, sexo, amor y paz, la ciudad de las mil razas y culturas, la ciudad de la historia (donde nace y termina) incluso es la ciudad de la guerra, muerte y destrucción, es la cuidad del cambio y los muros caídos.



Las personas caminan tranquilamente en las calles, aparentemente sin recordar que hace no mas de 70 años la mayoría no seria bienvenido, incluso seriamos asesinados y torturados. La mayoría camina sin pensar que esta moderna y gran metrópolis de grandes edificios, bares y restaurantes eran ruinas y cenizas y que el pueblo alemán hoy tan amado para mi era temido y odiado por todos.

¡¿cuanto he aprendido de esta gente, y cuanto mas aprenderé?!, aprendí el trabajo, y la comunión, a convertir las ruinas en ciudades y aprovechar las cenizas para dar calor, aprendí que los muros son mentales y que nada puede detener a un espíritu libre y trabajador, he aprendido el amor y la guerra, he aprendido la necesidad de los cambios y revoluciones, la necesidad de una cerveza para solucionar problemas, aprendí la tímida sonrisa de la raza cósmica, aprendí que la palabra crisis significa miedo y que se puede borrar del vocabulario trabajando.



Aprendí que nosotros los jóvenes y granujas drogatas del presente no tenemos que hacer un mejor futuro, tenemos que hacer un mejor presente, pero sobre todo, tenemos que hacer las paz, aunque sea a madrazos.