Sobre los hombros de gigantes.

Un principio básico del ajedrez dice: “la única forma de mejorar, es jugar con un oponente mejor que tu”.

Mi trabajo consiste básicamente en despertarme a la hora se abran mis ojos, desayunar mientras escucho las noticias por internet (vicio que me dejó mi amigo el Ro), bañarme y después de esa dura mañana, me preparo para salir al campo.

Soy ingeniero geólogo y actualmente superviso unas perforaciones en roca y suelo para un proyecto hidroeléctrico. En pocas palabras, estoy de a jefe. Cualquier cosa que se tenga que hacer en campo primero tiene que pasar por mí visto bueno. Esto llega a ser un poco aburrido ya que las especificaciones técnicas del proyecto, están determinadas por mis superiores en las oficinas y yo sólo tengo que corroborar que las cosas de se ejecuten conforme dicho documento.

Hoy llegaron mis jefes, todo el mundo tiene uno y yo tengo dos, el ingeniero Rosas y el ingeniero Morales (entre mis compañeros decimos en son de broma que cuando Rosas firma, en ese momento de crea una presa). A pesar de que por unos días voy a estar muy estresado y con la presión de ellos encima de mi (pararme a las 7 de la mañana, recorridos geológicos de campo, medir rumbos y echados, clasificar formaciones geológicas y juntas a las 8 de la noche), me gusta saber que mis jefes son unos CHINGONES. 

Hoy en la noche tuve una breve junta con ellos mientras veíamos como la selección mexicana “goleó” 2-0 a la “poderosa” bosnia y herzegovina (¿por que si es un país lo nombran como dos?) y durante esos 90 minutos, me explicaban a modo de clase el porque tal sondeo tenia que ir a tal profundidad, porque se tienes que hacer estas pruebas primero y si no se puede hacer estas otras, porque es mas importante el RQD que las pruebas triaxiales, y por fin entendí, en 5 minutos, la secuencia estratigráfica invertida que me tenía rompiéndome la cabeza y que mí propia cuenta no pude descifrar (soy un fiasco como geólogo). En resumen me tenían maravillado con sus explicaciones y como un niño al que le están explicando las cosas mas sencillas de la vida, me vi encantado por sus tonos de vos suaves, la elocuencias se sus palabras, la facilidad de expresarse y la devoción al explicarme y en esos 90 minutos aprendí mas sobre la construcción de presas que en los 6 meses de un materia que tomé en la universidad.

Creo que fue Newton quien dijo: “si pude ver mas lejos que otros hombres es porque me paré sobre los hombros de gigantes”. Espero con ansias el día de mañana.