Por aquí todo tranquilo, disfrutando de un soleado pero fresco domingo en la serenidad que ofrece esta alfombra de contundente verdor que rodea la casa, disfrutando del delicioso olor a naranja en este día que despiden los naranjos que están sembrados por todas partes, de un buen café, de la somnífera sombra que me proporciona un almendro en el cual un sabio decidió construir un columpio (Dios bendiga a ese hombre y a esté árbol), sintiendo el arrullo del viento en mí pecho desnudo mientras toco el pasto con los dedos y me balanceo en el columpio. Me quedo así, sin decir nada, sin hacer nada, sin pensar en nada, me quedo así y escucho la conversación de los pájaros que no paran de hablar, ni de hablarme a mi, sintiendo el contundente pero tímido sol asomarse de vez en vez entre las hojas de mí almendro, golpeando mí rostro y formado en la copa de los arboles un hermoso arcoiris circular multiplicado por mil, por mil hojas, por mil versos, por mil respiros...
Por fin después de muchos meses despierto un domingo y no siento resaca en mi cuerpo, ni observo laceración alguna dejada por la noche anterior, ni siento las cicatrices de mis recuerdos, ni me siento perdido en el desierto del amor, tampoco siento la necesidad de comenzar otra semana. Quiero que todo se quede así, en domingo, un domingo soleado pero fresco como el de hoy.
domingo, 24 de octubre de 2010
martes, 19 de octubre de 2010
Esperanza
Ayer en la noche llegué a Córdoba Veracruz:
La carretera pesada, llegue a las 11. Mí amigo Ro me busco sobe la carretera y fuimos al Vips para cenar (unas brochetas de pollo horribles, ¡no vuelvo a regresar!). La casa es muy cómoda y bonita, tenemos un gato y le pusimos pulgas.
Ayer en la noche ya en la casa (la que será nuestra casa por unos meses), mientras nos tomábamos una cerveza, platicamos de nuestras vidas, de nuestros recuerdos de universidad, de nuestros amores, los viejos, los presentes y los futuros, hablamos de nuestras metas y fracasos, de nuestros amigos, de nuestro gato, de nuestro nuevo trabajo, de nuestros jefes. Se termina la cerveza, apago el ultimo cigarro del día, me cepillo los dientes y ya en la cama antes de caer rendido ante el coqueteo de Morfeo, respiro profundamente y siento ante mí un nuevo aire de esperanza.
La carretera pesada, llegue a las 11. Mí amigo Ro me busco sobe la carretera y fuimos al Vips para cenar (unas brochetas de pollo horribles, ¡no vuelvo a regresar!). La casa es muy cómoda y bonita, tenemos un gato y le pusimos pulgas.
Ayer en la noche ya en la casa (la que será nuestra casa por unos meses), mientras nos tomábamos una cerveza, platicamos de nuestras vidas, de nuestros recuerdos de universidad, de nuestros amores, los viejos, los presentes y los futuros, hablamos de nuestras metas y fracasos, de nuestros amigos, de nuestro gato, de nuestro nuevo trabajo, de nuestros jefes. Se termina la cerveza, apago el ultimo cigarro del día, me cepillo los dientes y ya en la cama antes de caer rendido ante el coqueteo de Morfeo, respiro profundamente y siento ante mí un nuevo aire de esperanza.
lunes, 11 de octubre de 2010
27
Faltan exactamente 47 minutos para mi cumpleaños, bueno, para que empiece el día en que cumplo años porque aunque no sé realmente en que hora nací estoy muy seguro que no fue a las cero horas del 12 de octubre.
Me pregunto en estos últimos momentos de mis 26 ¿que tanto he envejecido en este ultimo año? y mas importante aun ¿mañana me veré más viejo?, creo que como dice una canción de Pink Floyd “el sol es el mismo en una forma relativa pero tu has envejecido”. Hoy en la mañana al despertar me miré al espejo, detallé mí rostro por unos minutos y me dije: ¡cabrón estas viejo!. Lo noté porque caí en cuenta de que ya no tengo entradas, estoy calvo; mis dientes se han manchado de forma permanente por la nicotina, al igual que mis dedos; el dinero ya es una preocupación constante para mi (pagar la luz, el agua, el teléfono); ya tengo más camisas en mi armario que playeras de equipos de fut; tomo vitaminas para no sentirme cansado, mi sonrisa se ha acentuado...
Pero no todo son síntomas de la marchites de mis carnes, ni un preludio del fin de mis días... pienso que este último año también me ha traído cosas maravillosas a mi vida: por fin soy ingeniero titulado, mejoré en el capoeira y mantengo un buen cuerpo, me volví a enamorar de una mujer maravillosa que revolucionó mí vida y la mejoró, leo y empecé a escribir un blog y pongo todo mí esmero en hacerlo sin faltas de ortografías (un vicio que me dejó Sofía), aprendí a lavar y planchar mi ropa, soy un hombre libre e independiente y tomo mis propias decisiones, ya nadie me dice que hacer, ni me hablan a las cuatro de la mañana para preguntarme ¿a que hora voy a llegar?, y a pesar de eso me cuido y no pongo en riesgo mí vida, la relación con mis amigos mejoró (extraño a Obed), logre mantener económicamente a mi hermana el tiempo suficiente para que terminara su universidad y me siento profundamente orgullo de ello, deje la mota de manera permanente, fui aceptado para una maestría en Madrid, le pague un boleto de avión a mí mama para que me viera en mí graduación, disfruto de las maravillas de la mortalidad.
Me encantó mi ultimo año de vida y estoy ansioso por descubrir que nuevas aventuras y experiencias me traerán los 27 (ya llevo 4 minutos y me encantan).
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