Música, ¡la buena y verdadera música!
¿Y si los viejos músicos del pasado revivieran?
¿Que pensaran de una generación plagada de boys bands, regetó y rubias oxigenadas que ayudadas por computadoras, sintetizadores, pésimos compositores y unas enormes y operadas tetas se creen cantantes o peor aun “artistas”? (que conste que no estoy en contra de las enormes y operadas tetas).
Me gustaría que una vez más Jimmy Hendrix tomara LSD y cubriera todo con una neblina purpura, que George hiciera llorar su guitarra por última vez y junto con John, Ringo y el viejo Paul me hicieran volar a través del universo, que Jim Morrison se tomara un whisky y se fumara un porro conmigo recitando sus poemas, que Ozzy le hubiera arrancado de una mordida la cabeza a la gorda de su hija y al imbécil de su hijo en ese estúpido “reality”. Me hubiera encantado que Freddy Mercury usara condón y Kurt Cobain no se suicidara. Pero no es así...
¿Que ha pasado con los buenos tiempos?, ¿y el cabello largo? (el mío se cayó y no volvió a crecer), ¿por qué ya no suenan las guitarras distorsionadas?, ¿que putas pasó con buena musica y los buenos rokeros?. Creo que nacimos demasiado tarde para ver a los Stones tocar en sus buenos tiempos o aspirar de la buena cocaína como la que tenían en el estudio 54 y nos hemos perdido prácticamente de todas las cosas por las que valen la pena vivir.
El Rock no es solo un estilo musical, no trata solo se sexo y drogas, ni pelo largo ondeando al ritmo de guitarras estrepitosas y una batería descontrolada, es ante todo un estilo de vida, una forma de percibir el universo libre de prejuicios y ataduras y decir: ¡Jódete si no lo puedes entender!.
“Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito” William Blake
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